Historia

En el año de 1957, los dermatólogos salvadoreños organizaron un congreso en su país al que convocaron a los colegas centroamericanos y le denominaron Primer Congreso Centroamericano de Dermatología, siendo el Dr. Eduardo Barrientos el presidente de este evento. Existía ya la inquietud de formar una sociedad centroamericana, lo que se llevó a feliz término después de la clausura del congreso en una sesión antes del almuerzo a orillas del bello lago de Coatepeque, el día 8 de Diciembre de 1957, ocasión en que se firmó la Declaración de Coatepeque que es en realidad el acta de fundación de nuestra sociedad.

Los firmantes de dicha acta son los socios fundadores, diecisiete distinguidos colegas representando a todos los países del istmo centroamericano:

Otros colegas como el Dr. Oswaldo Ramírez y el Dr. Arturo García Valdez asistieron al congreso, pero no estuvieron presentes en la sesión de fundación y no firmaron la Declaración de Coatepeque, por lo que no se cuentan entre los fundadores, pero participaron del espíritu inicial y luego activamente en las actividades de la SCAD.

Como dato interesante, en ése primer congreso el Dr. Oswaldo Ramírez presentó su trabajo sobre “Los Cenicientos” que fuera la primera descripción de una patología muy nuestra, como es la Dermatosis Cenicienta, o eritema discrómico perstans.

Se decidió que se organizara en Guatemala el siguiente congreso, y se encomendó la elaboración de los estatutos a la Asociación Dermatológica de El Salvador y el Dr. Fernando Cordero fue electo Secretario General para el II Congreso, quien obtuvo la aprobación de los estatutos el año siguiente y elaboró el emblema de la sociedad que todos conocemos.
Desde ese entonces la Sociedad Centroamericana de Dermatología fue integrada por los miembros de cada una de las agrupaciones de los diversos países y ha tenido como principal actividad la organización de estos congresos, los que se han realizado de manera continua cada dos años con la excepción del VIII en el Salvador y el IX en Honduras que se celebraron con dos años y medio de intervalo, por lo que los actuales caen en años pares y no impares como sería lógico, si se hubiera mantenido la secuencia.

 

El gobierno de la Sociedad recae sobre un(a) Secretario(a) General quien es electo en la asamblea general que se realiza en cada congreso y un(a) Secretario(a) adjunto(a) electos en el mismo evento en representación por cada una de las agrupaciones dermatológicas que integran nuestra sociedad.
El Secretario General es la persona encargada de organizar y presidir el congreso que le corresponda, casi siempre apoyado por un comité organizador integrado por dermatólogos del país sede.

Como era de esperarse, los secretarios generales de los primeros nueve congresos fueron electos del grupo de socios fundadores, con una sola excepción que fue la del VIII Congreso, dirigido por el Dr. Oswaldo Ramírez.  Las siguientes generaciones se han hecho cargo de allí en adelante  y solamente el Dr. Héctor Lainez de Honduras ha desempeñado el cargo en dos oportunidades, el IX y el XV fueron su responsabilidad en Honduras.

La secuencia de los congresos ha sido mantenida siguiendo el orden de norte a sur y teniendo como sede alterna al siguiente país en el orden establecido.  Solamente en dos ocasiones no se han podido celebrar los congresos en el país que había sido escogido como sede, en 1988 Nicaragua enfrentó dificultades sociopolíticas y económicas, y el XVI Congreso fue celebrado en Costa Rica y el XVII por circunstancias similares, no se celebró en 1990 en Panamá sino que en Guatemala que era la sede alterna.

Los congresos centroamericanos que se iniciaron de manera modesta, han ido creciendo paulatinamente, la calidad científica y académica se ha superado y el número de congresistas ha aumentado significativamente, contando la mayoría de veces con Profesores invitados de fuera del área que han contribuido a la educación continuada y la actualización de conocimientos de los dermatólogos del área.  Ya en el primer Congreso se contó con la presencia del Dr. Fernando Latapí de México y del Dr. Pardo Castelló de Cuba como invitados; pero cuando se marcó una diferencia muy significativa en este aspecto fue en el XI Congreso realizado en Costa Rica, siendo el Secretario General el Dr. Rodolfo Núñez Cambronero, quién reunió a un gran número de personalidades invitadas de alta relevancia académica provenientes de casi todo el mundo, expertos en algún tema específico.

La cordialidad y fraternidad que han caracterizado a estos eventos ha dado origen a amistades y relaciones profesionales, muy significativas en cada uno de nosotros.

La membresía ha aumentado de los diecisiete fundadores en 1957 a cerca de 600 dermatólogos en la actualidad, miembros de ocho agrupaciones locales que son las que integran la SCAD.

1° Congreso Centroamericano de Dermatología

En algunas ocasiones, los congresos han tenido eventos conjuntos como la celebración simultánea de los congresos nacionales, o el apoyo de entidades como la Sociedad Internacional de Dermatología o la Sociedad Bolivariana que han realizado eventos conjuntos o dado apoyo con expositores y asistentes.
Un hecho sobresaliente en los últimos 15 años ha sido la participación de los miembros de la Sociedad Dominicana de Dermatología, cuyos miembros solicitaron su ingreso a nuestro grupo y luego de la requerida modificación de estatutos, este selecto y dinámico grupo ha pasado a enriquecer nuestra sociedad y a expandir sus fronteras al Caribe.

El futuro de nuestra agrupación, dependerá de nuestras generaciones jóvenes en quienes recae la tarea de mantener la tradición de nuestro grupo y de fortalecer sus actividades, ya no solo con estos cónclaves sino con diversas actividades para el intercambio de conocimientos, sobre todo en ésta época en que las comunicaciones se han facilitado tanto.

Sirva esta pequeña reseña, para rendir homenaje a esos diecisiete visionarios colegas que tuvieron el impulso de reunirnos, sobre todo el grupo de El Salvador, quienes fueron los idealistas y promotores de la conformación de esta querida Sociedad.